Adios a Ahmet Ertegun

El pasado 14 de diciembre murió
Ahmet Ertegun, después de sufrir una caída a la provecta edad de ochenta y tres
años. El 29 de octubre, durante la fiesta de sesenta aniversario de Bill
Clinton
, en la que actuaron los Rolling Stones, AE tropezó y se cayó del
escenario, recibendo un fuerte golpe en la cabeza que lo dejó en coma. Quince
días después, su viejo cuerpo no lo soportó más y murió en el New York
Presbyterian Hospital-Weill Cornell Medical Center, rodeado de sus familiares.
Se iba, así, al pie del cañón, una figura esencial en la historia y la
industria de la música popular del siglo XX.

Hijo de un diplomático turco, Munir
Ertegun
, vio la luz en Estambul, antigua Constantinopla, Turquía un 31 de julio
de 1923. Cuando su padre fue nombrado embajador de Turquía en los States, en
1935, el pequeño Ahmet se trasladó, con el resto de su familia a Washington DC.
Allí, en la tierra de las oportunidades, el joven Ahmet recibió una educación
elitista en los mejores colegios y creció en la observancia del islam hasta que
el demonio de la música (y más aún, el de la guerra) se interpuso en su camino,
dando para siempre un giro en su vida.

En plena Guerra Mundial, el
embajador muere, y es enterrado con honores de estado (el clima bélico lo
inundaba todo de simbología nacional y patriótica) en el Cementerio de
Arlington
. Terminada la guerra con la gracieta de Hiroshima, el presidente
Truman ordenó el traslado de sus restos de vuelta a Turquía en el portaviones
USS Missouri. Desorientado por la pérdida de tamaña figura referencial, AE
decide permanecer en los states, que no recibe bombardeos, y tratar de probar
fortuna en la vida haciendo negocios con lo que de verdad le gusta: la música.
En 1946 le pidió un préstamo a su propio dentista de $10.000 y unos meses más
tarde ponía en marcha, junto a Herb Abramson, Atlantic Records.

La capacidad de trabajo de Ahmet es
enorme: pone la pasta (hipotecándose como un joven de ahora) se ocupa de la
administración, busca contactos, descubre talentos (y acierta casi siempre),
produce, arregla y hasta compone. Es un auténtico factótum. Herb Anderson, por
su parte se ocupaba más de la parte musical y
técnica. Le era muy útil por tanto su experiencia como productor en el
sello National, donde trabajaba. Compaginando estas dos ocupaciones, Herb
Anderson se convirtió en el pilar indispensable sobre el que se apoyaba AE.

Neshui Ertegun, hermano de Ahmet,
poseía una tienda de discos en Los Angeles, The Jazz Man, y tenia contactos con
el mundo del bebop de la costa Oeste. Su tienda estaba dotada de un pequeño
estudio de grabación adicional por el que pasaron ni más ni menos que Charles
Mingus
, John Coltrane, the Modern Jazz Quartet o el mismísimo Miles Davis.
Desde el principio colaboró con Ahmet como asesor y ayudante en toda la parte
de Atlantic que tenía que ver con el jazz.

Musicalmente, Atlantic nació en
1947 como sello independiente especializado en música negra pero sobre todo
jazz y rythm and blues. Pero en 1949 Stick McGee consigue un gran éxito con la
rhinestone Drinkin’ Wine spoo-dee-o-dee, que fue versioneada hasta la saciedad
traspasando la frontera racial. El tema era un country and western, género más
bien blanco en un momento en que la segregación racial es un hecho en los
states y las listas de éxitos se confeccionaban por géneros. Este éxito hizo
que Ahmet pensara en dedicar una parte de sus esfuerzos a intentar buscar un
género que fuera a la vez negro pero comercial, racial pero rentable. Siempre
desde una óptica independiente y como de tendencias.

En 1951 el Tío Sam se lleva de una
oreja a Herb Abramson al frente y cuando vuelve en 1953 con los nervios
destrozados se encuentra con su silla ocupada por un advenedizo de nombre Jerry
Wexler
. Abramson, desengañado y con su paga de veterano, vende su parte de la compañía
por $300.000 de 1953 y se desentiende del asunto.

Jerry Wexler era un hombre de
música influyente. Desde su tribuna de la revista Billboard, donde ejercía de
opinador, ponía por las nubes, o a caldo, según conviniera, a las nuevas
estrellas emergentes en el panorama musical. Un panorama que se pueden
imaginar: el enorme tedio que precedió a Elvis, pero salpimentado de
Macartysmo, integrismo religioso y apartheid. Pero Wexler tenía olfato. Un
olfato que le hizo famoso por haber descubierto a artistas cuando éstos resién
empesaban.

Durante los primeros cincuenta,
Atlantic ya cuenta con los estudios Fame y los Muscle Shoals Sound y en su
elenco de artistas están Joe Turner, Lavern Baker….RAY CHARLES.…los
Drifters, los Coasters, etc…En 1955 nace la primera de sus filiales: Atco
Records
, a la que seguirán un buen puñado de sellos subsidiarios de Atlantic:
Spark Records (en la que trabajaban de sol a sol Jerry Leiber y Mike Stoller),
Lava Records, 143 Records…En 1960 empieza a distribuir a Stax, el mítico
sello de Menphis. AE se ha consolidado como un auténtico hombre de negocios que
ha sabido llevar adelante su empresa como un self made man. Además, es turco y
musulmán en el país de Malcolm X y la marcha de un millón de hombres convocada
por la Nación
del Islam
en Washington. Y da salida a un tipo de música hecho por negros para
el público negro…que compran los blancos!

Ahmet Ertegun, como Sam Cooke o
Marvin Gaye, se convertía así en un digamos, pequeño problema para el
stablishment. Negros orgullosos que paseaban su negritud por las orgías en la
mansión de Hugh Hefner junto a senadores y jueces, donde sólo había blanquitos
que los miraban como asustados.

Ahmet Ertegun es un hombre de
negocios consolidado que prefería dedicarse a los negocios y al mundo empresarial
y no tanto al hecho creativo en sí, de manera que encargó
a dos hombre de confianza, productores y arreglistas, la creación de un sonido
que fuera particular y reconocible. Es el Southern Soul, el sonido
característico de Atlantic; una mezcla entre jazz-funky y soul-pop bailable que
llevó el orgullo afroamericano a todos los rincones del planeta: Eddy Floyd,
Barry Jones, Al Wilson….sólo de acordarme me dan ganas de bailar. Tom Dowd y
Arif Mardin son los responsables de la creación y consolidación del soul negro
de Atlantic como un sonido para las masas.

La música que se grababa en los
estudios de Atlantic era salvaje y
animal. Vocalistas poderosos y finos estilistas desgranaban sus temazos de dos
minutos y medio largos en unos alardes vocales orgásmicos con el apoyo
instrumental de super grupos de soul con sección de vientos, cuerdas, coros y
de todo.

El olfato de AE era directamente
proporcional a su ausencia de prejuicios raciales, y así, no tuvo nunca empacho
en fichar a artistas blancos para Atlantic (Buffalo Springfield) rompiendo así
otra rígida categoría racial. Los artistas anglosajones que grababan en
Atlantic no eran melifluos como Pat Boone, sino todo lo conrario. Quizás porque
sabían que iban a ser comparados negativamente con los cantantes negros, los
artistas blancos lo daban todo cuando entraban a grabar a los estudios
Atlantic. Es lo que se llamó blue-eyed soul, el soul de ojos azules, el gran
acierto de Atlantic Records. En 1965 AE vio atónito a los Rascals (más tarde
Young Rascals) en un club de Westhampton y sin dudarlo les propuso fichar. El
acierto fue indudable: en tan sólo cuatro años, los Rascals habían colado 13
singles en los Top 40 y acanzaron la gloria mundial. Otro grupo que seguro
conocen y que también fue descubrimiento de AE fue Led Zeppelín. Para
distribuir su material AE fundó Swan Song Records. Por cierto, que fue el bueno
de Jimmy Page el que anunció al mundo que AE había entrado en coma durante su
ceremonia de investidura (de JP) en el UK Music Hall of Fame. Otros que pasaron
por el aro de AE fueron los Crosby, Stills & Nash, que tuvieron que aceptar
a Neil Young en el grupo por sugerencia del genio turco. La fama de AE como
descubridor de talentos y genio de las finanzas era proverbial e incluso sus
Satánicas Majestades los RRSS se plegaron a sus condiciones cuando trataban de
encontrar una distribuidora para su sello independiente Rolling Stones Records,
rechazando incluso ofertas más jugosas, con tal de trabajar con él.

AE mientras tanto sigue entregado a
la causa del soul y ha compuesto algunos pequeños éxitos (Sweet Sixteen, Chains
of Love
) bajo el pseudónimo de A. Nugetre, (su nombre al revés, original, eh?)
quien sabe si por humildad o para eludir al fisco y cantó e hizo coros enloquecidos
en otros temas como el Shake, rattle and roll, de Big Joe Turner.

En 1967, la major Warner
Brothers-Seven Arts
fagocita a Atlantic, que sigue produciendo y trabajando
como si nada: los magnates de WB prefieren no entrometerse en esa máquina de
hacer dinero, pero en 1968 obligan a romper con Stax, el otro gran nombre del
soul sureño. Jerry Wexler ve cómo su etapa ha acabado y ese mismo año abandona
la compañía.

Durante los 70, y con la irrupción
de la blaxploitation, Atlantic se hincha a facturar discos de consumo rápido de
música soul, bailable, casi discotequera. Es el momento de Shaft, de Blackula y
de los peinados afro y las solapas sobredimensionadas. Es de suponer que
durante esta década AE se dedicaría a pegarse la gran vida, siempre rodeado de suripantas
en bikini y de drogas de primerísima calidad, en su mansión con piscinas. AE es
un hedonista, y su gran pasión, después de la música es el fútbol. Como su
hermano Nashui, y como buen turco, Ahmet ama el fútbol. Es lo único que hecha
de menos del Viejo Mundo. Los deportes de masas en USA son el béisbol y el
basket. Para colmo, lo que ellos llaman fútbol, es algo así como el rugby. De
modo que, ni cortos ni perezosos, y para darle algo de vidilla a la (suponemos)
triste liga americana de soccer (que es como llaman allí al fútbol europeo) los
hermanos Ertegun van y fundan el New York Cosmos. ¿Les suena? Y encima, para
poner más color todavía, van y fichan a jugadores como Pelé o Beckenbauer (eso
sí, en el ocaso de sus carreras). Una extravagancia digna de Michael Jackson, o
Elton John.

En los ochenta, con la reacción
conservadora más intransigente a los mandos del faro de Occidente por un lado y
el fenómeno del hip hop y el crack por el otro, la población juvenil
afroamericana se decanta hacia unas posiciones más, digámoslo así, peligrosas,
y AE estaría allí, para ofrecer una salida comercial a esas inquietudes
artísticas que van desde la decoración mural con pintura en aerosol, al uso del
chándal como prenda prêt-a-porter.

En 1987 AE funda y preside el archifamoso
Rock and Roll Hall of Fame, que tantas pasiones sigue levantando veinte años
después. En 1991 el Berklee College de Boston nombra a Ahmet Ertegun Doctor
Honorario en Música, sin que podamos precisar si es en reconocimiento a su vida
entregada a la música, o a las aportaciones económicas que tal vez hizo a tan
insigne institución.

A mediados de los 90, Atlantic
poseía el 50% de la disquera Interscope Records, especializada en el sórdido
sonido gangsta-rap, ya saben, la música de los delincuentes periurbanos que te
pegan un tiro para robarte el reloj. Los problemas legales debidos a las
protestas y las presiones de las Ligas Anti-Gangstarap (por lo visto en América
hay Ligas de Madres contra Todo) que acusan a este género de incitar a la
delincuencia, al uso de drogas y al sexo, acaban por aburrirlo y se pasa al
grunge, que también es de guarros, pero blancos.

La historia más reciente de
Atlantic Records se la voy a ahorrar. Funciona como una compañía normal, como
una industria, que cuida lo que hace, que saca bonitas recopilaciones de muy
buena música. Ya saben, que compra, que vende, que cotiza en bolsa….los
tiempos heroicos en los que un joven turco con ganas de comerse el mundo podía
hacer sus sueños realidad gracias a la música han pasado. El conglomerado de
intereses económicos que rodea el mundo de la música (sobretodo las
distribuidoras, que al final, entre cuatro controlan el 98% de la producción)
ha convertido los antiguos estudios de grabación en cadenas de montaje donde lo
mismo montan un tema soul, que un standard, que lo último de Alejandro Sanz. Y
aunque siempre están los sellos independientes, de toda la vida (Stax,
Atlantic, Tamla Motown, Trojan, Studio 1, relacionados todos con un género
concreto) no olvidemos que siempre pertenecen a otros grupos mayores que son
los que los distribuyen pero que les dejan una cierta autonomía para seguir
sacando el material que por ventura, los ha hecho populares.

En el año 2000, la Biblioteca del Congreso
de los Estados Unidos, nombró a Ahmet Ertegun Living Legend, título que otorga,
como se pueden imaginar a personas decrépitas que pueden ser consideradas
Leyendas (Muertos) Vivientes. Cómo lo verían…!
No andaría muy bien de salud
nuestro llorado AE cuando tres años más tarde, la National Soccer
Hall of Fame
lo nombra miembro honorífico. Sin embargo, su ánimo inquebrantable y su ejército de doctores y enfermeras particulares lo han mantenido vivito y coleando hasta su
postrer lamento. ¿Qué me dicen de su tonta muerte, de ese accidente fortuito,
pero tan ilustrativo de lo que es una vida entregada al rock and roll y al
soul? Caerse del escenario en un concierto de los Stones! Y con 83 años!!
Jejeje

En fin, que no somos ná! Tanto
lujo, tanto exotismo, tantísimo dinero, para acabar de esa manera tan tonta.

Cuatro días más tarde, el 18 de diciembre, Ahmet Ertegun era enterrado en el
Jardín Sufi Tekke, en Üsküdar, Estambul, junto a su hermano, su padre y su
bisabuelo.

Que descanse ya!



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